miércoles, 17 de agosto de 2011

Nature in Chicago

Si algún sitio hay en Chicago donde poder disfrutar de la naturaleza en su máxima plenitud, ese es sin lugar a dudas Lincoln Park.
En un día precioso, donde el mercurio rozaba los 28º, la humedad era mínima y la brisa era una gran aliada, me lancé a visitar, por segunda, vez este parque lleno de pequeñas y grandes sorpresas, como el invernadero de plantas y flores, y un pequeño parque exótico donde poder disfrutar de una tranquilidad absoluta acompañado por uno de mis sonidos favoritos; el agua.
Tras caminar durante un par de horas por estos maravillosos lugares, mi mente se despejó, mi cuerpo se relajó y me sentí más cercano a mi mismo, más yo. Es esa sensación de tranquilidad que la naturaleza tiene reservado para aquellos que saben como y donde buscarla.
Les propongo que me acompañen a un recorrido por este pequeño paraíso. Relájense y disfruten del viaje, yo aún lo sigo haciendo. Gracias Chicago.









Invernadero







Beauty and the Beast musical

La bella y la bestia, esa película que para muchos fans de Disney marcó un antes y un después. Una trágica y romántica historia que nos enseña que la belleza real de una persona esta en su interior. Una película que aún hoy, sigue poniéndome los pelos de punta cada vez que la veo.
Tuve la suerte de asistir al musical de Broadway de la Bella y la Bestia, y tras verlo creo que todavía me gusta mas, si cabe, esta película.
El musical conserva todos los ingredientes que hicieron a esta película un clásico dentro del género, elevándola a un nivel mas alto al poder disfrutar la historia de manos de personajes de carne y hueso.
Humor, espectáculo, color y magia, todo en un mismo espectáculo. Imprescindible.


Chinatown!

¿Como tener una pequeña porción de China, sin necesidad de artarse a comer
arroz tres delicias? La respuesta es bien sencilla.Si se tiene la suerte de vivir en Chicago, solo es necesario tomar la linea roja del tren en dirección sur para ver y saborear la cultura nipona.
Al sur del centro de la ciudad nos encontramos con el barrio llamado Chinatown, donde nos encontramos una parte mas vieja y autentica. Se trata de un barrio comercial, pero que es más residencial que turístico. Un barrio donde el inglés pasa a ser la segunda lengua, de hecho tuvimos problemas para entendernos con la gente, ya que muchos no sabían hablar inglés.
Tras comprar unas típicas galletas de almendra y un bollo relleno de cerdo con salsa barbacoa, visitamos las zona mas nueva y turística, abarrotada de tiendas y restaurantes chinos.
¡Bienvenidos a China!




A wonderful american wedding

El pasado 16 de julio tuvo lugar en Minneapolis la boda de Kristin y Andy, unos amigos de Amy. Afortunadamente fuí invitado a la ceremonia, asi que viajamos a Minneapolis y tras un largo viaje ( 6 horas aproximadamente) llegamos a casa de Molly ( una amiga de Amy encantadora) y nos alojamos allí durante dos noches.
El viernes 15 de julio fuimos invitados a la "rehersal dinner" o cena de ensayo. Aquí se reunen los padres tanto del novio como de la novia, y algunos de sus amigos mas cercanos. Tuvimos una agradable cena en un restaurante irlandés y, fuimos calentando motores para lo que sería la gran celebración al día siguiente.
La boda se celebró en una iglesia luterana (ya que la pareja son protestantes) y nada mas llegar lo que mas me llamó la atención fue ver que el cura (llamado pastor en el cristianismo protestante) era una mujer.
Tras llegar a la iglesia y acomodarme en mi asiento, comenzaron a entrar los testigos, tanto del novio como de la novia. Estos entran por parejas cogidos del brazo chico y chica simultaneamente, es decir testigo del novio con testigo de la novia. A destacar que las testigos van vestidas todas con el mismo traje, este es previamente seleccionado por la novia. En el caso de los testigos es algo parecido, suelen llevar corbata o chaleco del mismo color. Tras este desfile entró Kristin (la novia)estaba realmente preciosa.
El pastor habló sobre las diferentes clases de amor, un sermón muy bonito y acorde a la situación. Tras unos escasos 30 minutos, Kristin y Andy ya eran marido y mujer. Un dato curioso es que en Estados Unidos, cuando la gente se casa, la mujer pierde su apellido (solo tienen uno, el del padre) y adoptan el apellido de su marido. Asi que Kristin paso de ser Kristin Gast a Kristin Lenander, todo un acontecimiento.
Tras la ceremonia la nueva pareja, convertida ya en marido y mujer, y los testigos, se fueron en limusina a tomar una sesión fotográfica al campus de la Universidad de Minneapolis. Mientras tanto el resto de invitados les esperamos en el restaurante donde tendría lugar el banquete.
De repente las luces se apagaron la música comenzó a sonar y entraron primero los testigos por parejas, al igual que en la iglesia, solo que esta vez bailando y animando a la gente, estamos en America y esto es pura diversión. La gente enloqueció cuando por fin entró la entrañable pareja marcandose un baile y haciendo las delicias del personal. Tras este pequeño show, nos siervieron la comida; pollo relleno de especias y salsa de queso, una autentica delicia.
Durante el banquete Kristin y Andy pusieron dentro de una bolsa los nombres de las parejas que asistían a la boda, y cada cierto tiempo unos de ellos cogía un papel y la pareja seleccionada se besaba, una monada ¿no?
Tras el mas que excelente banquete, era momento de bailar. Bailamos sin parar Amy, sus amigos, yo... Fue una noche increíble y me encantó volver a juntarme con muchos de los amigos de Amy, a los cuales hacia un año que no veía, amén de conocer a otros nuevos e increíbles amigos.
Solo puedo decir que esta ha sido una de las mejores bodas en las que he estado, y deseó de todo corazón que el amor entre Kristin y Andy dure para SIEMPRE ¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!